#7 Poema a Lobacio, mi amigo imaginario
Silencio
continuo
Pareciera
que tus cartas trajeran tu voz;
pero,
como quien ve un oasis de tanto escrutar
con los ojos secos el desierto,
así
me engaño yo al leer en tus palabras
tu
voz, tus manos, tu mirada.
Y
sin embargo, entre carta y carta se me figura
que
un tenso silencio se instala entre nosotros.
¿Cuál
es el espejismo:
el
silencio entre línea y línea,
o
tu voz contenida, muda, en cada trazo?
No,
corazón;
esto
no es un urdimbre entretejido de música y ensueños,
no;
esto no es otra cosa
sino
un tenso silencio sostenido
que
ni tropieza ni pausa ni aminora ni muda su tono,
como
un zumbido maquínico,
como
si al final de cada carta firmaras
con
una doble barra invisible que me llevara de regreso
cada vez
a
leer desde el principio tu ausencia,
cuidadosamente trazada letra a
letra,
tu
ausencia
también
total
y
también tristemente ininterrumpida.
Sé que estas maravillosas palabras que emergen desde lo más profundo de tu corazón y ese lindo sentimiento, no vienen de la nada, ni mucho menos que son imaginarios, provienen de una extraña dimensión donde el amor trasciende el espacio y el tiempo. Gracias no solo por escribir sino por tener el valor de compartirlo. Eres una gran escritora pero ante todo un gran ser humano. ¡Saludos!
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