septiembre 19, 2015

19 de septiembre de 2015- Like a dream

 #2 Carta a Lobacio, mi amigo imaginario

Mi muy querido:

Hoy, por primera vez en una semana, amaneció completamente despejado; y el cielo es de un azul increíble; es... ¡es como el de Puruagua! Puruagua es un pueblo chiquitito y de una belleza tan rara, que se te queda grabada en el iris; está en la frontera entre Michoacán y Guanajuato; una compañera muy querida de la escuelita donde trabajaba antes me invitó una vez, para Muertos. Y el cielo era justo como es el cielo hoy, aquí: de un azul clarísimo que me recuerda los ojos de mi abuelo; es un cielo diáfano, inmenso.
      Y me siento un poco como la chica de Hombres de negro II, que si se siente triste llueve y si es feliz, le amanecen días como hoy... Pues así, igual yo este día: en lugar de ratas muertas, tengo Cielos Azules, sin una sola nube que nos separe del Universo. Hoy el cielo es tan inabarcable, que me siento pequeñita y segura en nuestro mundo, como si fuera mi crisálida y nada pudiera tocarme ni hacerme daño aquí, protegida y apapachada.
      Ya sé que es sólo una ilusión, pero ¿qué no lo es?
      Una vez leí que en una entrevista se les hizo tarde a SS Dalai Lama y a su huésped, y en un momento dado se quedaron callados mirando el atardecer, cuya luz entraba a raudales en la habitación donde estaban; y de pronto el Dalai Lama soltó una de esas carcajadas maravillosas que de repente se avienta, y exclamó: "¡Es como un sueño!".

Love you, always:
M.

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